Porque los grandes logros no solo se construyen en el gimnasio, también en tu colchón.
Cuando hablamos de rendimiento físico, solemos pensar en entrenamiento, nutrición y disciplina. Pero hay un aliado silencioso, igual de poderoso, que a menudo se pasa por alto: el descanso.
Dormir profundamente no es un lujo para los deportistas, es una necesidad. Y si practicas actividad física con regularidad, el sueño es parte clave de tu recuperación muscular y mejora del rendimiento.
¿QUÉ SUCEDE EN TU CUERPO MIENTRAS DUERMES?
Durante el sueño profundo (fase N3 del ciclo del sueño), el cuerpo entra en un modo de reparación intensiva:
- Se libera hormona del crecimiento (GH), esencial para la reparación y regeneración de tejidos musculares.
- Se reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés que en exceso afecta el rendimiento y la recuperación.
- Los músculos se relajan completamente, permitiendo que las fibras dañadas por el entrenamiento se regeneren correctamente.
- Se fortalecen el sistema inmunológico y el sistema nervioso central, claves para una buena coordinación y enfoque durante el ejercicio.
“Dormir bien no solo te hace sentir con más energía… también te ayuda a construir músculo y evitar lesiones.”
¿CUÁNTO Y CÓMO DEBE DORMIR UNA PERSONA ACTIVA?
Para quienes hacen ejercicio regularmente (desde rutinas de gimnasio hasta deportes de alto rendimiento), lo ideal es dormir entre 7 y 9 horas por noche, asegurando un ciclo completo de sueño.
Algunos atletas incluso necesitan hasta 10 horas para una recuperación óptima.
Además de la cantidad, la calidad del sueño es igual de importante: si te despiertas muchas veces, duermes en una superficie incómoda o tu descanso no es profundo, la recuperación será incompleta.
SEÑALES DE QUE NO ESTÁS DURMIENDO BIEN (Y TU CUERPO LO SIENTE)
- Dolor muscular prolongado
- Fatiga constante o bajón de energía al entrenar
- Bajo rendimiento físico
- Lesiones frecuentes
- Irritabilidad y problemas de concentración
¿Te suenan familiares? Entonces es momento de revisar tu rutina de sueño… y tu colchón.
EL COLCHÓN TAMBIÉN ENTRENA CONTIGO (Y DEBE APOYARTE)
Un colchón adecuado puede marcar la diferencia en tu descanso deportivo. Debe:
- Distribuir bien el peso corporal para evitar puntos de presión
- Adaptarse a tu postura al dormir (especialmente si duermes de lado, muy común en deportistas)
- Reducir el movimiento, para no interrumpir los ciclos de sueño profundo
- Permitir una correcta ventilación para evitar el exceso de calor
Un colchón en mal estado o no apto para tus necesidades puede estar saboteando tu progreso sin que lo notes.
CONSEJOS PARA MEJORAR TU RECUPERACIÓN MIENTRAS DUERMES
- Establece una rutina de sueño: duerme y despiértate a la misma hora todos los días.
- Evita pantallas una hora antes de dormir: la luz azul afecta la melatonina.
- Cena ligero y evita estimulantes como café o alcohol antes de acostarte.
- Invierte en un buen colchón y almohada que te brinden soporte ergonómico.
- Enfócate en crear un ambiente relajante: temperatura fresca, oscuridad y silencio.
Conclusión: Dormir es parte del entrenamiento
Dormir profundamente no es tiempo perdido, es cuando el cuerpo trabaja para repararse, fortalecerse y crecer.
Si eres deportista o simplemente te ejercitas con frecuencia, el descanso debe ser parte activa de tu rutina, tanto como una buena alimentación o una buena técnica